El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por la aparición de pensamientos recurrentes no deseados (denominados obsesiones) provocando malestar o conductas que se llevan a cabo de forma compulsiva, repetitiva, en forma de ritual (compulsiones). La persona realiza estas compulsiones tratando de disminuir o eliminar el malestar que le producen las obsesiones.
La persona que padece este tipo trastorno reconoce que sus obsesiones y compulsiones son irracionales, pero se encuentran “secuestradas” por ellas sintiéndose incapaces que controlarlas.
Dependiendo del tipo de contenido de las preocupaciones (obsesiones), podemos encontrar diferentes tipos de TOC:
– Dudas repetitivas
– Orden
– Contaminación
– Sexual
– Religioso
– Agresivo
– Acumulación
La persona experimenta una gran cantidad de síntomas físico (como problemas gastrointestinales o palpitaciones) y síntomas cognitivos como ideas, pensamientos, imágenes o impulsos que persisten y que son vividas como inapropiadas, generando un gran malestar.