Las personas experimentamos múltiples pérdidas a lo largo de nuestra vida. Cada pérdida será diferente a otra, pero siempre será una pérdida que requerirá un proceso de duelo. El duelo es un proceso que no solo ocurre cuando fallece un ser querido, también cuando perdemos a una mascota, cuando acabamos una relación romántica, objetos con valor sentimental, relaciones personales valiosas, cambio de ciudades, trabajos…
Aunque el duelo sea un proceso natural puede ser muy doloroso pasar por él y es habitual que la persona se sienta más vulnerable que nunca. El problema viene cuando este proceso no se resuelve de forma adecuada y la persona siente que no puede continuar con su vida sin que esta pérdida afecte que forma muy significativa. Ojo, esta sensación es normal sentirla al principio del duelo, pero cuando se mantiene en el tiempo podríamos estar hablando de un duelo patológico, complicado o no resuelto.
La ayuda terapéutica es esencial en este caso. Detectar qué está ocurriendo exactamente, identificar sus emociones, ver cómo ir recuperando distintas áreas de su vida, elaborar la pérdida…