Las consecuencias psicológicas de la pandemia son un hecho. Hemos vivido una situación sin precedentes, de alto estrés psicosocial y que ha dejado una huella en todos y todas. La sintomatología que ahora vemos en las consultas es muy variada, aunque podemos destacar el desarrollo de trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión, trastornos de la conducta alimentaria, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de estrés postraumático… *especialmente a personas que han estado en contacto con la enfermedad (sanitarios/as, personas contagiadas, duelos a raíz de la enfermedad…)
Lo interesante es entender que el confinamiento ha despertado carencias que probablemente se han estado “arrastrando” desde un tiempo a esta parte y los posibles duelos que ha supuesto. Necesitamos recuperarnos de estas heridas que parecen que se han abierto y observarlas, ver de dónde vienen y elaborarlas para poder avanzar.